EMPRESAS SOCIALMENTE RESPONSABLES
La
ética como bien claro entendemos, son el cúmulo de elementos positivos a favor
de determinada acción o pensamiento, si
estos elementos se aplican a un entorno empresarial entonces
entenderemos que la figura representativa de la empresa u organismo asumirá el
rol integral de quienes forman parte de ella como colaboradores directos.
Ahora bien la mercadotecnia, aplica su vertiente de estudio al contacto
empresarial y corporativo desde una escala micro, hasta la posibilidad de conocer su posicionamiento global. Al
hablar de empresas evidentemente nos referimos al mundo de los negocios que las
mueve, y si estos están amparados bajo un estricto sentido ético y de
responsabilidad, su virtual posicionamiento estará asegurado.
La
responsabilidad social es un concepto acuñado bajo las premisas que establecen
como necesaria su consideración en el mundo de los negocios; toda empresa o
industria con impacto social, legal o ambiental debe regir sus procesos en base
a las condiciones de legalidad y naturaleza humana vigentes en la actualidad,
tales como la destrucción de la capa de ozono, el calentamiento global, la
carrera armamentista, el activismo político-religioso, etc.; por lo tanto la relación entre la ética de la
empresa y su responsabilidad ante la gente tiene que ver con la cultura de
valores inculcada al grueso de los participantes y su resultado en lo general,
como un factor que determina la diferencia entre cumplir o solo abanderar la
intención.
En
este sentido saltan a la mente casos específicos de empresas que trasgreden el
sentido ético de su responsabilidad ante la sociedad, y la proyección (muchas
veces mercadológica) distintiva sobre su verdadero giro queda cubierta bajo una
falsa imagen corporativa que tarde o temprano le cobra factura, como lo han
demostrado los recientes casos de Wiki
leaks por el lado internacional y el de las Guarderías ABC en el esquema
nacional.
Hoy
en día la saturación de información y de vehículos difusores distorsiona la
percepción natural del ser humano y es muy fácil por medio de ellos atraer
mercados de bajo nivel económico, aprovechando su condición precaria para
dirigirles productos de ínfima categoría y pésima calidad o estimular sus
conductas en un afán indiscriminado de adjudicación clientelar.
Por
lo tanto mi opinión con respecto a este punto de responsabilidad ante la
sociedad es que la ética en los negocios no solo es necesaria sino
imprescindible; ya que en la medida de su sentido y aplicación se acuñará el
prestigio de determinada empresa, siempre ante el reflejo de la seguridad y
garantía de sus procesos productivos.
Al
hacer una investigación exprés sobre algunas firmas empresariales encontré una
gama extensa de ejemplos anti-éticos que encajan perfectamente dentro del
planteamiento, aunque el que más me parece recurrente en una escena global es
el del lavado de dinero, ya que sus propias circunstancias obligan a los
gestores a cambiar sus ubicaciones constantemente en el afán de no ser
descubiertos.
Otro punto importante en este ejemplo son los
capitales; ya que desde su aplicación para sortear costos o barreras
arancelarias en determinados núcleos comerciales globales, la volubilidad de
sus finanzas los concentra en grupos "especiales" que solo buscan
evadir impuestos y al final emigrar a otro nicho de negocios, los efectos nocivos desencadenados por la naturaleza de
estos “capitales golondrinos”, son los males que nos cobran más factura al
interior de nuestra sociedad, dando pie a fenómenos y crisis en casi todas las
acepciones humanas.
Sin embargo a pesar de existir diversas modalidades
faltas de ética en sus respectivos negocios, es la responsabilidad social
apegada a todos los procesos que rigen una empresa, la que verdaderamente
impacta a los seres humanos; del seguimiento de esta práctica (ahora
obligatoria), dependen factores muy importantes y básicos como la misma salud y
las relaciones humanas, por lo tanto no se explican algunas adaptaciones de ella
sobre intereses macro-empresariales que pierden de vista su cometido principal,
lastimando aun más la economía nacional.
Suena hueco pensar que existan razones para
desarrollar prácticas insanas utilizando el escudo que la responsabilidad
social provee, sin embargo han surgido actores que las recrean. Para entender
un poco esta aberración mercantilista abundaremos en algunos ejemplos palpables
en la economía de nuestro país.
El programa TELETON
sería un ejemplo claro del aprovechamiento de recursos obtenidos bajo
la buena fe de los ciudadanos, mezclado con el oportunismo exacerbado de
los grandes monstruos empresariales, quienes bajo el contexto disfrazado de
ayuda, consiguen hacer participes a la población más noble y necesitada de
México que son los niños discapacitados, para exentar sus impuestos
exorbitantes durante sus gestiones comerciales y financieras.
Bajo
un esquema de "ayuda", la sociedad civil se lanza a las
sucursales bancarias en un afán humanitario de "cumplir" con su parte
y con esto dar un buen ejemplo ante los demás, quienes por cierto también ya dieron
su "valiosa cooperación". Por otro lado las entidades conjuntan
esfuerzos y conforman cantidades importantes que son enviadas a este programa
con el mismo fin, aunque con la leyenda en letras chiquitas impresa en su
cheque-donativo que bien podría decir: "VALE POR LA MISMA CANTIDAD
CANJEABLE A LA HORA DE PAGAR SUS IMPUESTOS A LA FEDERACION", un
secreto a voces conocido y entendido por todos, pero que en términos
llanos le ha impedido recaudar al país miles de millones de pesos al amparo de
la venia del mismo gobierno.
Entonces
para mi, este ejemplo de participación social si aplica, pero como una
referencia negativa sobre la participación de las personas en torno a los
intereses compartidos con una organización; puesto que al concretarse un robo
flagrante a los intereses de la nación no solo se vulnera el derecho de un
sector de la sociedad sino el de todos los mexicanos.
Marcas
como Bimbo, Coca cola, Danone, acuerpada por sus grandes grupos financieros
compiten entre sí buscando la formula que mas impacte en la mentalidad de sus
consumidores y si esto implica desarrollar estrategias nuevas que los incluyan
bajo otro enfoque, es seguro que las adoptaran.
Empresas
como CFE, BANAMEX, y ELEKTRA, también se incorporan a este núcleo de
participación, utilizando este recurso como un medio de sensibilización
clientelar en beneficio de sus mecanismos de operación. Ahora
la mayor parte de las empresas ostentan en sus canales de promoción la
leyenda "Empresa socialmente responsable", distintivo que deduce
su compromiso ante la población en referencia de sus materiales de fabricación,
medio de uso, impacto ambiental, etc., la duda radica en si realmente cumplen
con los estándares solicitados y estrictamente necesarios o solo son una
campaña publicitaria en pro de su posicionamiento.
Cómo
analista global en ciernes de mi entidad, busco información calificada y tengo conocimiento
pleno de diferentes escenarios, que me permiten asegurar que donde se
lucra con las personas o a favor de intereses particulares, lo que menos
se busca es ser responsable; ni en lo económico, ni en lo ambientalista, mucho
menos en lo moral; a pesar de la mucha, mediana o poca participación que
reflejen o manifiesten sus intereses inmediatos.
La
Universidad Tecnológica de la Selva, como principal foco de atención social en
la comunidad, -puesto que de ella se desprenden procesos de interacción con el
resto de la sociedad- también participa y con gran responsabilidad en este tenor;
su certificado de calidad ampara no solo su imagen corporativa, sino que además
la obliga a mantener niveles de aceptables de rentabilidad dentro de su misma
coordinación; como parte de su compromiso con el medio ambiente, realiza todos
los programas de saneamiento acordes a su nivel sanitario y controla sus residuos
mediante la separación de su basura de acuerdo a los estándares fijados; en
cuanto a la seguridad de sus participantes, mantiene actualizados, señalados y
vigentes todos los mecanismos y herramientas de uso común, tales como los
extintores o las zonas de riesgo y
seguridad en el entorno.
La
participación social de las empresas SI existe en México, es
más; ahora se regula bajo estándares de evaluación periódica por parte de
organismos oficiales que otorgan una especie de certificación a quien cumple
con sus parámetros.
El
punto es deliberar si las empresas los aplican responsablemente a la par
de los intereses de las personas o solo se trata de un maquillaje
administrativo que permite la circulación de los suyos.
Por
Gerardo Morales
Gerardo Morales
PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS SON ORIGINALES DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
A EXCEPCIÓN DE LOS TITULARES Y NOMBRES EN NEGRITA Y CURSIVA
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