BENITO
De pastor de ovejas a Benemérito de las Américas
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Fotografía tomada de la colección de Enrique Florescano, de su obra "Imágenes de Juárez" (2006) |
Benito Pablo Juárez
García, nace en 1806 en un seno familiar muy pobre de un pueblo oaxaqueño llamado San
Pablo Guelatao; sus padres murieron dejándolo con sus abuelos paternos cuando
apenas tenía tres años. Al morir sus abuelos poco después, paso a la tutela de
su tío Bernardino Juárez y desde esa temprana edad se dedico al pastoreo de
ovejas y tareas del campo.
Su necesidad
de aprender y a falta de escuelas en su pueblo natal, le hizo tomar la decisión
de fugarse a los 12 años rumbo a la ciudad de Oaxaca en diciembre de 1818, con
la intención de buscar cobijo con su hermana mayor Josefa Juárez, moza en una
casa rica de la capital; encontrándola después de una larga búsqueda.
Su hermana
logra que su patrón el italiano Antonio Maza, le de asilo y trabajo en una
granja ganando dos reales de salario, ocupándose de los cerdos y aves de corral
que siempre le parecieron (según relato de sus historiadores) los seres más
nobles del mundo.
Después
providencialmente en una reunión en la que servía en casa del Sr. Maza, conoce
a Antonio Salanueva, muy amigo de la educación y la juventud, quien lo toma
bajo su protección y lo inscribe en una escuela donde por fin aprende a leer y
escribir a la edad de 13 años.
En enero de
1819, Juárez inicia el oficio de encuadernador de libros como ayudante de su
benefactor y entre el oficio y el tiempo libre conoció la obra de Jerónimo
Feijóo y San Pablo (favoritos de Salanueva), leyó a Tácito, a Salustio y al
mexicano Mora; textos que indudablemente forjaron su carácter de hombre de
estado.
Las
desproporciones e injusticias en el aparato educativo de ese entonces, el cual
limitaba la educación de los indígenas a lo estrictamente básico (entre eso el
catecismo), creo en la conciencia de Benito la decisión de abatir esos rezagos
y diferencias sociales tan marcadas.
Como el
seminario pontificio era la única opción para los indígenas ávidos de
conocimiento y la carrera del sacerdocio estaba reservada para ellos, Juárez decidió
inscribirse aunque no con el ánimo de ordenarse clérigo, hecho que satisfizo de
sobremanera a su benefactor, eclesiástico frustrado.
Entro a
seminario a los 15 años, estudio gramática latina (sin saber la castellana) y
de inmediato dio muestras de voluntad y carácter, de empeño por saber y de una
convicción a prueba de todo; de los últimos lugares ascendió a los primeros
entre el gran asombro de los blancos, quienes consideraban inferiores a los de
raza indígena; un par de años más tarde culminaría sus estudios con las mejores
calificaciones de su clase.
A pesar de los
deseos de su benefactor de seguir una carrera religiosa, se le permitió
estudiar otras disciplinas y en ellas aprendió filosofía, artes, teología (como
si fuera a ordenarse sacerdote) y en 1827 se gradúa bachiller; al año siguiente
se escribe en el Instituto de ciencias y artes, donde ocupa los primeros
lugares por su tenacidad y por su incipiente tono liberal.
Benito Juárez
va escalando los cargos y las dignidades uno tras otro; fue profesor de física
en el instituto y secretario del mismo; regidor del ayuntamiento en 1831 y diputado local en 1833. Después de unos años
en que se dedica al jurismo y al estudio de la historia de México, ocupa el
cargo de juez civil en 1841, luego poco después desempeña el puesto de
secretario de gobierno. En 1843 se casa con Margarita, la hija de Antonio Maza
su antiguo patrón, quien le prodigo a pesar del poco tiempo juntos una
fidelidad y entrega por demás loable.
Cuando fue
electo diputado en 1846 entro de lleno a la lucha de su pueblo contra la tiranía
comúnmente predominante en esos tiempos, y poco después lo nombran gobernador
interino durante un año; en 1847 se postula a la gubernatura, la cual gana y
desempeña hasta 1852; en este año surge la figura de Juárez como una real
alternativa de cambio para los más desprotegidos, pues funda escuelas,
construye caminos, abre hospitales y aneja escrupulosamente el dinero del
pueblo; reduce a sentencias, los aforismos, dogmas o apotegmas y plantea el
libre pensamiento del hombre como engrandecimiento de sí mismo.
Ya posicionado
como figura nacional, Juárez padece destierros, persecuciones y cárceles; vive algún
tiempo en Nueva Orleans trabajando en una pequeña tabacalera, mientras su corazón
y pensamientos fraguan su vuelta a México, sumido en una vorágine de
desencuentros políticos, sociales económicos.
En 1854 se
proclama el plan de Ayala, obra de liberales que concentra a militares,
escritores, pensadores, novelistas y poetas; Juárez regresa de incógnito para
unirse a los revolucionarios y se desempeña como secretario particular del
general en jefe de esa causa. Cuando regresa es nuevamente gobernador interino
de un estado desgastado y poco convencido. En 1856 se reúne el congreso
constituyente y da a México la constitución liberal, que tras de algunas
reformas se consolida el 5 de febrero del año siguiente.
Al terminar el
interinato, se erige gobernador constitucional para el trienio siguiente, pero
en octubre dimite y ocupa el puesto de secretario de gobernación. En las
elecciones constitucionales siguientes resulta electo presidente de la suprema
corte de justicia, cargo que lo convierte en el vicepresidente de la republica
en medio de un contra ataque de los enemigos de la constitución.
Con ese
escenario, Juárez se dispone a asumir la presidencia y el mismo jefe de estado
lo pone en prisión hasta que es depuesto por una asonada militar; Comonfort
pone en libertad a Juárez y este abandona la capital en 1858.
Sin medio el
vicepresidente Juárez huye al interior y en la ciudad de Guanajuato el día 19
de enero, es proclamado legalmente presidente. Después de recorrer el país como
tal y ante una nueva derrota de los liberales, abandona el país y tras una
larga travesía por Panamá, se presenta en el puerto de Veracruz (en poder de
los liberales) e instala su gobierno.
Allí promulga
nuevas leyes (las leyes de reforma), la ley sobre el matrimonio y registro
civil, la ley de cementerios y panteones y el traslado de bienes eclesiásticos
a la nación. Triunfantes los liberales en la batalla de Calpulalpan regresa a
la capital en 1861.
En medio de un
caos social y con una coyuntura política que da
a los conservadores una pauta para reorganizarse, México deja de pagar
su deuda externa con Francia, lo que provoca su reacción apoyados por
Inglaterra y España, quienes al dejarla sola en Veracruz, inicia su
intervención en 1862.
El 31 de mayo
de 1863, Juárez otra vez abandona la ciudad rumbo al norte, en ese tiempo vive días
aciagos, se le mueren los hijos, se separa de su esposa, lo abandonan sus
seguidores y lo traicionan otros más; la guerra se prolonga, los invasores se
retiran de México y dejan al emperador Maximiliano en manos de sus partidarios;
el ejercito en un cambio de suerte recupera algunas plazas restableciendo de
inmediato por ordenes de Juárez el régimen constitucional.
En junio de
1867, muere fusilado Maximiliano y un mes más tarde el 15 de julio Benito Juárez
entro triunfalmente en la ciudad de México, acuñando ese mismo día el
manifiesto que contiene el apotegma que lo inmortalizaría, que lo convertiría
de héroe nacional en héroe de la humanidad: “Entre los individuos como entre
las naciones, el respeto al derecho ajeno
es la paz”.
Cayó abatido
por la muerte el 18 de julio de 1872.
El legado de
Benito Juárez está vigente, perdura; su nombre y ejemplo son invocados en toda
la historia mexicana, pues supo sortear las más crudas carencias, sobreponerse
de las limitaciones y apostar por los riesgos de una decisión tan difícil a su temprana
edad y desde su condición indígena; su ejemplo es digno de mostrar a todo el
mundo, generación tras generación.
Rindamosle hoy, el justo homenaje que se merece.
Rindamosle hoy, el justo homenaje que se merece.
Por
Gerardo
Morales
PROPIEDAD INTELECTUAL: TEXTOS ORIGINALES Y ADAPTACIÓN DOCUMENTAL DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
IMAGEN: TOMADA DE LA OBRA DE ENRIQUE FLORESCANO "IMÁGENES DE JUÁREZ"
IMAGEN: TOMADA DE LA OBRA DE ENRIQUE FLORESCANO "IMÁGENES DE JUÁREZ"
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
- Ayala, Armando (2005). La epopeya de México , Vol. 2: De Juárez al PRI: Fondo de cultura económica.
- Juárez, Benito; Apuntes para mis hijos (1857) Prologo de Andrès Henestrosa
- Krauze, Enrique; Profesión Juarista (1987) -Letras libres
- Ralph Roeder, Juárez y su México; FCE (2001)
- Armando Fuentes Aguirre; Catón, Juárez y Maximiliano; La Roca y El ensueño
- Bibliografia para historiadores sobre Benito Juárez - UNAM
- Semblanza y correspondencia de Juárez; FCE (1988)
- Zoraida Vazquez; Josefina (2006) Juárez el republicano; SEP
- Alexander Naime (2006), Juárez bicentenario. Gobierno del Edo. de México.
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