COBERTURA DE DESABASTO - SEGUNDA PARTE
¿COMO CUBRIR EL DESABASTO DE UN BIEN?
SEGUNDA PARTE
INTROSPECTIVA
La satisfacción es
un concepto tan relativo a la hora de aplicarse, que su alcance derivado de una
búsqueda definida bajo cualquier tipo de gestión, no es el mismo que se percibe
al resultar esta como un mero trámite de cumplimiento o solvencia.
Las necesidades
implican una resolución específica en el contexto de su misma aparición, es
decir; si tenemos hambre, para satisfacerla necesitamos alimentos; si tenemos
carencias, para satisfacerlas necesitamos dinero, y así sucesivamente en la
cadena de contextos, prioridades y aplicaciones diversas.
Estas
aplicaciones van desde lo estrictamente personal hasta lo colectivo, lo que
indica que sus condiciones también varían dependiendo del ámbito en que se
presentan, esto desemboca en la aparición de nuevos elementos que coadyuvan en
la satisfacción de las necesidades especificas, como lo serían las que
presentan las empresas o cualquier organismo social.
En cuestiones
mercadológicas, satisfacer una necesidad significa cumplir a cabalidad el
proceso de introducción de un producto o marca al mercado de consumo bajo
cierto estándar de calidad; las condiciones de cada una de las necesidades
emergentes en un núcleo social dependen del parámetro con que estas se
encuentren medidas, ya que los métodos de investigación definen la fidelidad de
los datos que las proyectan y en algunos casos (como el que abordo) la
ambigüedad de situaciones y perspectivas predisponen un escenario incierto o
especulativo.
Abastecer una
plaza de distribución es un elemento clave para la satisfacción del cliente; pues
ni los defectos de fabricación, el precio alto o la mala atención en una plaza
de venta, produce un malestar similar al de NO encontrar el producto buscado
en el lugar acostumbrado, este efecto provoca de inicio, malestar en el
cliente por su obligación a buscar una alternativa (y de paso perder
tiempo) y hacia el oferente habitual un
riesgo alto de perder clientela en el tránsito de satisfacer esta, su demanda
acudiendo a otra plaza.
COMO ADMINISTRAR Y SATISFACER ESA NECESIDAD
Ocosingo, Chiapas está enclavado en la parte
norte de la selva lacandona y su nivel socioeconómico varía de estatus por ser
una zona altamente productiva; para definirlo tendría que realizar un muestreo
poblacional en el que se involucre a todos los sectores que integran la
sociedad.
La región de la Selva en Chiapas emerge como
un catalogo de opciones micro empresariales para cualquier emprendedor de
cualquier estrato social que tenga un mínimo de visión y deseos de trabajar. Esta comarca, con un alto índice de
analfabetismo, engloba el grueso de varios grupos indígenas que arraigan al
interior de sus propias culturas, las prácticas acostumbradas por sus ancestros
y las inculcan a sus descendientes no solo en el afán de mantenerlas vivas,
sino de que además vean en ellas un vehículo de supervivencia.
La oferta de bienes y servicios está
íntimamente ligada al grueso de la población (en su mayoría indígena) y ésta a
su vez hace la parte que le corresponde en el papel de comerciante, productor o
consumidor; por ejemplo, un ama de casa indígena cosecha en mini-hortalizas lo
que después venderá a granel a personas de su misma u otra condición, este
efecto acarrea la presencia de “modus vivendis” ajustados a lo más próximo o
fácil de hacer como lo sería la proliferación de intermediarios para satisfacer
una misma necesidad de consumo.
Para entender el
planteamiento retomaré algunos textos míos de un articulo pasado, el primero define la detección de la necesidad de
cobertura de un producto a un sector de la población, y lo expuse de la
siguiente manera:
“A pesar de
ser Ocosingo en el estado de Chiapas, un municipio ganadero en su mayoría de
población campesina, -por la tradición laboral heredada de generación en
generación y los beneficios de su
abundante y prolija tierra- el volumen de producción agrícola específicamente
en el rubro de las frutas y hortalizas NO DA ABASTO las necesidades de canasta
básica de un porcentaje importante de amas de casa sondeadas para esta
actividad.”
Escoger entre
tantas necesidades, sobre una población tan variada, cual era la adecuada para
presentar este trabajo resultó un tanto difícil; la atención para detectar este
desabasto radica más en la experiencia
personal-familiar que en el mismo sondeo en sí.
Justificar la necesidad de tener canales de distribución seguros para una satisfacción integral es parte de las acciones a corregir; esto lo abordo en los siguientes párrafos de otro de mis artículos, donde defino cuales son las principales afecciones:
Justificar la necesidad de tener canales de distribución seguros para una satisfacción integral es parte de las acciones a corregir; esto lo abordo en los siguientes párrafos de otro de mis artículos, donde defino cuales son las principales afecciones:
“…la
descomunal demanda por parte de la población que rodea la cabecera municipal y
la periferia de la ciudad, así como la de los comerciantes informales (en su
mayoría “coyotes”), quienes prácticamente “cazan” a los pequeños productores y
comuneros a su arribo a la ciudad, provenientes de sus respectivas localidades
con la cosecha de sus parcelas o comunas, comprándoles a mayor escala y menor
precio dejando los mercados oficiales desabastecidos o con productos de mediana
calidad.”
Formalizar el
comercio se antoja como una medida correctiva emergente para iniciar una
competencia leal y equitativa, tanto en el acopio y distribución del producto, como en las formas y tiempos de su
entrega y recepción ante los intermediarios que participen.
Otro efecto que
describí fue el siguiente en dos partes, he aquí la primera de ellas:
“…la
apertura de grandes tiendas de abarrotes en un afán competitivo de oferta y
consumismo local; esto despertó el interés corporativo de mayor ranking y
provocó la llegada de una tienda de conveniencia de marca. Con el
posicionamiento de este monstruo empresarial, la ventaja competitiva sobre el
acopio y manejo de las cosechas de temporada recayó en quien tuvo la mejor
estrategia de distribución sobre ella y que definitivamente por su capacidad de
inversión, innovación y prestigio fue la
tienda de marca.”
Por lógica quien
tuvo mayor impacto en la conciencia de los compradores promedio fue quien
acaparó no solo su atención sino también el poder de negociación y
comercialización del producto, derivando en el problema abordado y que describo
más a detalle en la segunda parte del texto antes mencionado y que se desprende aquí:
“Al competir
directamente las abarroteras grandes con esta empresa, el contacto, negociación
y comercialización con los productores se amplió; sumando a los de por sí ya
saturados canales de comercialización un pesado núcleo intermediario por
satisfacer y generando una oferta mediocre o
nula en el mercado de consumo, pues al no haber equilibrio entre el
nivel de producción y el numero de intermediarios para un mismo sector, no es
posible satisfacer ninguna plaza en su totalidad.”
Los
intermediarios son a final de cuentas lo que resta o influye en el
aseguramiento de la calidad de cualquier producto y este, (las frutas y
hortalizas) aunque sus características propias y naturales no dependen de quien
lo comercia, su manejo y distribución si, y son las principales causantes de deterioro o
perdida; por tanto es menester describir sus características a detalle y
definir los canales, tiempos y forma de distribuir.
Aquí realizo una breve descripción de este producto, para entender y ubicar mejor su respectivo canal:
Aquí realizo una breve descripción de este producto, para entender y ubicar mejor su respectivo canal:
“Las frutas y hortalizas como parte de la canasta básica
en el interés de los consumidores no solo nacionales sino en el mundo,
representan un producto de primera necesidad gravado de impuestos y dirigido a
todo el público con sus respectivas restricciones de acuerdo a cada tipo de
fruta u hortaliza y las condiciones, características y gustos de su
consumidor.”
Abundando en lo que respecta a sus
características, solo propondré como información extra que todas las frutas y
hortalizas son susceptibles al clima y algunas requieren de sistemas de
refrigeración acordes a la cantidad almacenada y tipo de fruto, y que la
mayoría coincide en sus medios de trasporte a excepción de aquellas que por su
naturaleza exótica o demanda exacerbada complica su acceso a ella.
Otra característica de este tipo de
producto es su variabilidad y las diferentes texturas, formas, tamaños y
particularidades que presentan, esto implica en su manejo también una diversidad
de técnicas de embalaje y manejo pos cosecha, ya que la mayoría es manipulada
varias veces y otras, solo representan materia prima; esto lo comento así de manera concisa:
“Como producto derivado de cosechas diversas, estas se
manejan de acuerdo a su temporada y volumen producido, de acuerdo a la zona de
consumo y preferencia o como elementos exclusivos de determinada marca que los
utilice como materia prima en su transformación.”
Ahora definiendo
el canal de distribución adecuado replantearé todo lo referido en este texto;
“En este tipo de productos, se aprecian varios tipos de
distribución, desde el directo de
productor a consumidor hasta el canal largo, utilizando tantos
niveles como lo permita el cliente y su necesidad de satisfacción; son canales tradicionales que no requieren mayor
tecnología de difusión y su distribución es intensiva en proporción a su zona de demanda.”
EN CONCLUSIÓN
Como se puede ver, desde las mismas
características del producto que sea manejado, sobrevendrán los diferentes
tipos de canales que se requieran en un momento dado; algunas variedades por su
demanda o uso permiten su almacenamiento por mucho tiempo, otras necesitan
salir a la venta rápidamente y ocupan el transporte más rápido o disponible
para llegar a sus respectivas plazas; en algunas es posible ocupar materiales
determinados para trasladarlos y en otras es contraproducente o innecesario;
algunos canales informales aun ocupan medios de transporte rústicos o animales
para el traslado de sus mercancías y otros menores que aun prevalecen en esta
zona como los “marchantes” ofrecen y venden sus productos de puerta en puerta,
a bajo costo y muchas veces más fresco; determinar un medio estándar para el
trasporte y traslado de esta mercancía tan variada, requeriría primero definir
cual fruto u hortaliza de la gran variedad que aborda este desabasto, se
pretendería cubrir; partiendo de ese dato clave es posible escoger con certeza cualquiera de las opciones ya mencionadas
antes.
De la misma forma en que detallé las
alternativas de traslado y transporte, el medio de almacenamiento también se
escoge o decide de acuerdo a las condiciones que expresa el producto en sí; si
tuviera que almacenar kiwi tendría que utilizar un espacio refrigerante que
permita su permanencia el mayor tiempo posible; si se tratara de mazorcas de
maíz, garbanzo o chicharos, el cima no tendría problema pero si la humedad, por
lo que el espacio tendría que estar a prueba de roedores y otras plagas, ya que
los espacios secos son los más vulnerables ante esta eventualidad.
Todo tipo de producto tiene sus
propias condiciones ya determinadas y si se trata de encontrar el lugar
adecuado para poder concentrarlo en una futura distribución, las opciones están
definidas; solo hay que analizar las ofertas y estudiar los costos-beneficios
de su aplicación.
Por
Gerardo Morales
Gerardo Morales
PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS, ANÁLISIS Y REFLEXIONES DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
FOTOS: CORTESÍA DE GOOGLE DOCS
Resulta increíble ver lugares en teoría productores con estos problemas de desbasto y/o distribución. Un "Todo" mal repartido que ni siquiera esta al alcance de sus mismos pobladores (o productores en muchos casos) resulta irónico. Contrastes en que pensar.
ResponderEliminar.. así es querido amigo, aunque lo que de verdad impacta no esta en el problema mismo sino en la apatía de los participantes...
ResponderEliminarGracias por participar!