lunes, 5 de marzo de 2012


COBERTURA DE DESABASTO - PRIMERA PARTE


¿COMO CUBRIR EL DESABASTO DE UN BIEN?



Como parte de la búsqueda de canales de colaboración y aplicación de los recursos tanto humanos como materiales de nuestra institución, he realizado algunas investigaciones estadísticas, sobre los servicios y productos de mayor incidencia en la economía de las familias ocosinguenses.

Para desarrollar este esquema presentare este tema en dos partes; la primera como descriptora de la problemática en potencia, y la segunda a manera de respuesta alternativa por parte de la Universidad Tecnológica de la Selva; quien como aparato generador de profesionales en materia agro industrial y poseedor de una planta productiva de primer nivel, no solo puede abastecer a quien requiera de asistencia técnica o legal, sino que DEBE decididamente de participar directamente en el desarrollo económico de la entidad aportando en la medida de sus posibilidades y conveniencia, soporte y calidad al grueso productivo de la región.



DETECCIÓN DE DESABASTO DE FRUTAS Y HORTALIZAS EN LA CABECERA MUNICIPAL DE OCOSINGO, CHIAPAS





A pesar de ser Ocosingo en el estado de Chiapas, un municipio ganadero en su mayoría de población campesina, -por la tradición laboral heredada de generación en generación  y los beneficios de su abundante y prolija tierra- el volumen de producción agrícola específicamente en el rubro de las frutas y hortalizas NO DA ABASTO las necesidades de canasta básica de un porcentaje importante de amas de casa sondeadas para esta actividad.

El argumento principal por parte de los oferentes para pretextar este desabasto, son la descomunal demanda por parte de la población que rodea la cabecera municipal y la periferia de la ciudad, así como la de los comerciantes informales (en su mayoría “coyotes”), quienes prácticamente “cazan” a los pequeños productores y comuneros a su arribo a la ciudad, provenientes de sus respectivas localidades con la cosecha de sus parcelas o comunas, comprándoles a mayor escala y menor precio dejando los mercados oficiales desabastecidos o con productos de mediana calidad.  Dicha práctica  es una tradición legendaria que se mantiene viva por costumbrismo y apego a su cultura, aunque yo le agregaría el aspecto económico que representa, tanto para el indígena que madruga y consigue sus verduras a bajo precio por necesidad, como para los “coyotes” que acaparan y después revenden, obviamente a mayor precio; constituyendo con esto un negocio que no aporta nada a la economía regional ni compite lealmente.

Otro efecto que ha impactado directamente a la población en el abasto de este producto de un tiempo a la fecha, es la apertura de grandes tiendas de abarrotes en un afán competitivo de oferta y consumismo local; esto despertó el interés corporativo de mayor ranking y provocó la llegada de una tienda de conveniencia de marca. Con el posicionamiento de este monstruo empresarial, la ventaja competitiva sobre el acopio y manejo de las cosechas de temporada recayó en quien tuvo la mejor estrategia de distribución sobre ella y que definitivamente por su capacidad de inversión, innovación  y prestigio fue la tienda de marca.

Al competir directamente las abarroteras grandes con esta empresa, el contacto, negociación y comercialización con los productores se amplió; sumando a los de por sí ya saturados canales de comercialización un pesado núcleo intermediario por satisfacer y generando una oferta mediocre o  nula en el mercado de consumo, pues al no haber equilibrio entre el nivel de producción y el numero de intermediarios para un mismo sector, no es posible satisfacer ninguna plaza en su totalidad.                                  
                               
(continuará mañana)





Por
Gerardo Morales 

PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS, ANÁLISIS Y REFLEXIONES DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
FOTOS: CORTESÍA DE GOOGLE DOCS

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