viernes, 11 de mayo de 2012

TERMÓMETRO: El uso de Internet en el trabajo





DESCONECTADOS EN LINEA



El establecimiento de una cultura fundamentada en los valores debe ayudar a que los administradores mantengan tanto su compromiso con las prácticas éticas y responsabilidades, así como su atención en identificar y aprovechar las oportunidades para la organización, puesto que los consumidores y otros socios valoran tales principios.

Esto tiene que ver con la implementación de herramientas que facilitan algunos esquemas laborales y apuntalan las expectativas de sus programas ante la cada vez más nutrida franja laboral y la mala interpretación de algunos sectores que desconocen la verdadera intención de poseer estos apoyos tales como el internet, el clima artificial, la TV, etc.

Las herramientas de trabajo son invariablemente los principales medios para enaltecer una profesión o vararla en el defecto de sus resultados o carencia; por la tanto la provisión o establecimiento de vehículos que apoyen el desarrollo de las actividades profesionales, requiere de una reglamentación clara y precisa sobre su uso y manejo.

La mayoría de los individuos prefieren trabajar y hacer negocios con organizaciones o entes reconocidos que con aquellos que no lo son, en las primeras se entiende que hay una infraestructura lograda y definida, en tanto que en las otras existe un panorama de incertidumbre sobre las condiciones que rodearan el entorno en cuanto  a lo tecnológico e insumos.

En los negocios y las responsabilidades de las organizaciones no hay conceptos universales y los debates generales respecto a éstos han estado presentes durante generaciones, por lo que el propósito de este tema, no es el de encontrar una solución a las controversias que se generan, sino que tratamos de examinar los supuestos y la lógica de las perspectivas estudiadas. 

De existir una varita mágica como en los cuentos de hadas, que permita a los administradores hacer frente a los desafíos, habría poca necesidad de individuos brillantes y capaces, además no habría mucha emoción en los retos de ser un buen gerente o administrador, prescindiendo de las herramientas tecnológicas.  El tema de hoy nos permite evaluar nuestras propias perspectivas ante esta eventualidad y confiamos en estar preparados cuando surjan situaciones en que se aluda a la esfera de lo ético.

Tal vez entonces sea menos factible que la presión del momento nos lleve a decidir acciones que quizá lleguemos a lamentar después además nos permitiría ser empático con individuos de una cultura ética diferente e interactuar con ellos, sobre todo cuando interactuamos (chateamos) durante nuestro horario laboral, cualesquiera que sean los fines.

En el caso  del uso del Correo electrónico para fines estrictamente profesionales en horas de trabajo; se revela una situación de controversia  de invasión a la privacidad personal que pone en predicamento la perspectiva de un profesional en el tenor de cumplir o no una encomienda empresarial; las circunstancias exhiben las características del caso de un modo tan preciso que en base a su estudio detallado existen diferentes impresiones.

En mi caso sí aceptaría la idea de aceptar el uso de las tecnologías por parte de mis empleados, porque en una situación ambivalente de decisión, la prioridad se establece mediante el peso de cada elemento en cuestión y en este caso al estar considerada contractualmente esta modalidad (la de usar los medios electrónicos), entonces deja de ser una práctica anti-ética y se convierte en una regla, por lo que los involucrados en ella tendrían que limitar sus aspiraciones personales en el entorno laboral durante su uso y ajustar sus canales de información y contenidos de acuerdo a lo que marca la política establecida.

Si yo no aceptara entonces la falta de ética sería mía en defecto de contradecir una orden específica y  en virtud de los intereses de mi empresa; en el virtual caso de que percibiera un daño colateral sobre mi y retractara, entonces advertiría prejuicios que podría ocasionar el ser YO quien realizará la actividad y propondría mejores alternativas para realizarlas, así como un pre-sensibilización anticipada a los involucrados sobre la lealtad sin ventilar la intención de la estrategia sobre el real y sano uso de la herramienta en cuestión.

La verdadera razón de quienes censuran este uso necesario, radica en la observancia a corto plazo que realizan sobre su entorno inmediato, prestando su criterio muchas veces a la eventualidad o casualidad de los hechos y no sondeando con responsabilidad el verdadero impacto en sus trabajadores, pues muchas veces estos adquieren estas actitudes como una respuesta necesaria de su cuerpo al relajamiento luego de una actividad tediosa y no como fondo de la inactividad o adicción a la Internet.

Ahora algunos organismos que pretenden aparentar estar muy evolucionados; sugieren que la conectividad a internet sea considerada ya un derecho obligatorio para las entidades laborales y no solo para las educativas; mientras que existen otros que la sitúan dentro de un marco “necesario y sustancial” para la sociedad en su conjunto, cuando no podemos siquiera diferenciar entre lo público y lo privado.

Hablando de la privacidad dentro de los esquemas laborales, el IFAI contiene un capitulo completo que la considera como un derecho infranqueable al interior de este.  En los últimos días hemos visto surgir una nueva ley que considera “IMPROCEDENTE el uso de correos electrónicos como elemento probatorio de un delito”, por lo tanto se percibe que en el contexto de la legislación se encuentra coludido el sentido anti-ético que proyecta esta situación, ya que si bien se exhibe un correo ajeno como prueba contundente, lo es aún más el medio o la forma en que se llegó a la privacidad del indiciado; es decir, el correo mismo usado como  prueba. “

Pero si hablamos del marco legal de un entorno exhibido a través de sus políticas, entonces el uso de las herramientas, el contenido de las mismas y la decisión de usarlas en un sentido personal, puede ser regulado por los directivos a favor de los intereses de la empresa; ya que se entiende que este mecanismo esta previsto y que el acceso está autorizado por los titulares de las cuentas quienes previamente deben haber otorgado sus contraseñas, como da a entender el caso, por lo tanto lo tanto lo ético no se percibe en el contexto de la acción misma, sino en el cumplimiento de la orden dirigida.”

Sería ético, puesto que el compromiso primordial contraído es con la empresa, y si una resolución dentro del marco legal derivada en orden es canalizada a un empleado determinado para su cumplimiento, entonces la obligación del trabajador es sujetarse a la instrucción precisa y cumplirla; como referí antes, lo que se analiza en este caso no son los principios que rigen la privacidad, sino la perspectiva con que se enfoca.

Por tanto lo lógico sería que los empleadores conocieran a ciencia cierta, la personalidad, alcances, intelecto y dedicación de cada uno de sus empleados en relación a su compromiso laboral, y en base a esto decidir y definir su conectividad con la empresa…

…y con su computadora.



Por
Gerardo Morales



PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS SON ORIGINALES DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
                                              A EXCEPCIÓN DE LOS TITULARES EN NEGRITA O CURSIVA



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