HOY EN SANTA CRUZ Y MAÑANA EN SANTA CRUDA
El día tres de mayo, independientemente de cual sea su turno en la semana, es uno de los días “muertos” por naturaleza en la productividad del país; a pesar de que la intención de frenar las labores de la construcción (en cualquier tipo y nivel) a partir del mediodía con el pretexto de festejar el día de los trabajadores de ese rubro, utilizando el marco de la “Santísima cruz” es loable y merecido, no se entiende como se puede pretender ubicar al país en los primeros planos de la competitividad mundial despues de estas prácticas tan vanales.
Como bien sabemos el proceso de la construcción en nuestro país ha quedado relegado ante la aparición de nuevos materiales y técnicas de trabajo; lo cual lejos de someter los resultados que se esperan sobre esta actividad a la calidad de los trabajadores; con este tipo de freno laboral, se diluyen las expectativas de quien necesita una obra terminada.
A lo largo de la geografía nacional encontramos diferentes tipos de obra, que constituyen una etapa en el desarrollo de la infraestructura nacional; en este sector aparece la SCT, como uno de los mayores provisores de elementos para los festejos de la “Santa cruz”.
La SCT, mantienen proyectos en obra publica que contemplan su red carretera, caminos y puentes, mismos que enlazan la comunicación entre los pueblos; al frenarse la actividad de saneamiento, remozamiento, construcción o planeación de una obra, también se frena la oportunidad de la población de satisfacer su necesidad de acceso u otra carencia.
En el sector de la obra privada se expresan los mayores reflejos de la irresponsabilidad derivada de este costumbrismo insano, (se entiende por insano percibir, que si bien es merecido un festejo o descanso en el tenor que sea; también debe existir el sentido común que entienda que venimos de un fin de semana largo y lo que menos necesitamos como país son días extras de “descanso”), pues a razón de que no existe un compromiso patronal formalizado mediante derecho laboral, para el empleador siempre será mas fácil obsequiar medio día de empleo ( aunque por la idiosincrasia del albañil mexicano se conviertan en algunos casos hasta en tres días) y patrocinar una comilona regular, que entrar en conflicto con su plantilla de trabajadores temporales.
En este caso podemos observar a partir del medio día (algunos mas fiesteros amanecen festejando) la suspensión de labores constructoras y la explosión de alegría de nuestros queridos albañiles mexicanos, a los cuales se estarán sumando toda una gama de sectores profesionales que comparten escena como arquitectos, ingenieros, técnicos, electricistas, decoradores, etc., en una “noble expresión solidaria”, hacia el desenfreno y la irresponsabilidad.
Por lo tanto, nos adentraremos al festejo para describir algunos de los tópicos mas comunes en la recreación de esta celebración anual a lo largo y ancho de nuestro querido México.
Cabe resaltar que los ejemplos aquí citados aplican tanto a la obra pública como privada y en la proporción cualitativa y cuantitativa que corresponda; todo inicia con la fijación de la consabida cruz adornada con flores y papel de colores que indica el arranque de la fiesta.
En el sureste de la republica, tanto en el pacifico como el atlántico, el calor orilla a los festejados a preparar sus bebidas desde el día anterior, (es decir en estas latitudes, la fiesta empieza desde el día 2) dependiendo de la magnitud de la obra que se este realizando; en la mayoría de los casos el patrón paga la comida y bebida, otras veces son los mismos trabajadores los que cooperan para el festejo, la idea es no dejar pasar la fecha; lo mas acostumbrado en esta región calurosa es el mole de gallina de rancho con arroz, acompañado de pozol o cerveza; es esta combinación la que mas asoma a mis recuerdos, desde una niñez, adolescencia y madurez observando estas prácticas costumbristas gastronómicas.
En el centro de la republica, se estila comer barbacoa y pulque, variando entre la gran oferta de caldos, consomés y guisos que existen en la gastronomía metropolitana como la pancita, el menudo, la sopa azteca, la sopa de medula, etc.; el flujo de bebidas embriagantes para el consumo de quienes festejan es un factor determinante para celebrar; en este punto hay una oferta aun mas vasta sobre las preferencias, gustos y posibilidades, encontrándonos desde el licor tradicional mas barato, hasta las marcas mas caras (obviamente pagadas por los profesionistas y jefes colados al festejo) de los vinos mas finos.
Un poco mas al norte del país, en el bajío, encontramos parte de la esencia que aun guarda esbozos de misticismo en cuanto a la percepción que tienen los verdaderos festejados en esta fecha; se trata de la veneración a la Santa cruz en la mayor parte de los pueblos purépecha, en esta zona aun se guardan los rituales antiguos que derivaron en la actual celebración.
Regularmente se consumen carnitas (ahora ya al estilo Michoacán) de cerdo o ternera, y raramente aquí, el consumo de bebidas embriagantes tiene un sentido místico que supone una liberación del “alma contaminada” bajo los influjos del alcohol; otros mas consumen peyote en un afán tradicionalista de “conectarse” con el inframundo; en general la celebración se desarrolla entre escenarios auténticos y otros viciados por la degeneración de la misma práctica.
En el norte de la republica se acostumbra el tradicional cabrito (esta fecha es una de las infaltables para consumirlo) y la cerveza corre por mares en ciudades industriales como Saltillo o Monterrey, en donde las cerveceras locales aprovechan el momento y lanzan sendas estrategias de ventas, que involucran al gran sector de trabajadores y lo someten al consumo indiscriminado.
Como ya conocemos el volumen de construcción permanente en estas ciudades mega empresariales, es también lógico pensar que el descontrol gubernamental de los permisos, licencias y la misma permisión del asueto en general hacia la población constructora, de alguna forma impacta sus economías locales.
Aunque es muy reconocible la importante labor que nos brindan nuestros queridos albañiles, estamos muy lejos de entender la desproporción intelectual que aparece cuando existe la oportunidad de dejar el trabajo o las actividades pendientes y preferir la diversión (y hasta el embrutecimiento) a costa de la venia patronal.
Resulta cómico pensar que precisamente hoy dia de la Santa Cruz, sea el día que por juicio propio, todos (o casi todos) los albañiles de México estarán experimentando mañana una resaca de proporciones celestiales, que bien podría requerir una cura milagrosa.
Por lo tanto el día de hoy 3 de mayo de este aterrador (desde lo esotérico hasta lo económico) 2012, solo nos queda felicitar de manera honesta a quienes realmente merezcan este asueto; esperando que sea este mismo un incentivo a la calidad en sus respectivos compromisos de obra pública o privada, y que estos sean la fuente de provisión para sus respectivas familias.
Feliz y medido día de la Santa cruz.
Por
Gerardo Morales
PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS SON ORIGINALES DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
A EXCEPCIÓN DE LOS TITULARES EN NEGRITA O CURSIVA.
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