DIVIDE Y VENDERÁS
A
lo largo de la historia, el desarrollo y evolución del ser humano ha sido
marcado por uno de los fenómenos más recurrentes dentro de su vida misma y este
es el sentido de la competencia.
La
diversidad que hoy existe dentro de la oferta de bienes y servicios con
respecto del hombre, se debe en gran medida a la proliferación de ideas en un
mismo sentido que decidieron sumarse y competir por el mercado que fuera de
acuerdo a estándares que hoy en día representan la clave para el
posicionamiento de una empresa.
Al
irse incorporando alternativas de consumo o aplicación a líneas clásicas
establecidas de ventas y presencia comercial, la batalla por el posicionamiento
global requirió de estrategias que impactaran a la potencia clientelar,
exhibiendo lo mejor de cada una de ellas mediante ambiciosas campañas que
publicitaban sus bondades y exhibían las carencias de los competidores dando
pie al nacimiento de la mercadotecnia.
Hoy
en día es muy difícil, casi rayando en lo imposible, que una empresa sin un
aparato publicitario subsista en un mercado global tan competido y asediado; y
es que, con tanta publicidad rodeando nuestro entorno, es muy fácil dejarse
seducir por el impacto de una buena propaganda que con un efecto real derivado
de una decisión de compra.
Nuestro
mundo esta absorto en una cadena irreversible de consumismo y por lo tanto
desde que nacemos (sea cual sea nuestro estrato social) ya formamos parte de
los servicios, ya requerimos insumos y necesitamos atención; de esta forma nos
integramos sin darnos cuenta al mundo globalizado, en el que hasta las cosas
más naturales y hasta “divinas” tienen página de Internet.
Definitivamente
todo lo que de alguna manera nos rodea como seres humanos pensantes (y no tanto
a la hora de ser seducidos por la publicidad), si tiene que ver con algún tipo
de mercadotecnia aplicada; todos los enfoques de la vida del hombre son
absorbidos por su contraparte igual y a su vez esta tendrá que derivar en un
reflejo que inste la competencia, primero en un plano natural y posteriormente
dirigida.
El
dirigir un enfoque bajo estándares mercadológicos se entiende como la aplicación
inmediata de los factores y elementos que rodean las características de cada
producto publicitado; si habláramos por ejemplo de un producto básico como la
leche, esta dejaría de ser solo leche para convertirse en un vehículo, pues la
necesidad orillaría al cliente en potencia a buscar alternativas de consumo que
satisfagan a la familia de lo general a lo particular; por ejemplo, leche para
infantes que contengan la fórmula adecuada para su crecimiento y condición,
leche deslactosada para quienes no toleran la lactosa contenida en ella, leche
para adultos mayores con niveles de grasa adecuados a su propio metabolismo,
etc.
El
jefe de familia (quien realiza el gasto) decide la marca a comprar mediante el
impacto que recibe a través de los medios publicitarios que impulsan
determinado producto a ser comprado, este impacto lo recibe el consumidor en
proporción de las condiciones económicas y de salud que lo rodean, esto
significa que de acuerdo a las características amoldables que observe en cierto
producto así como en su propio costo, determinará cual comprar.
Muy
al contrario si se trata de decisiones que impacten en lo colectivo, las
condiciones de reflexión varían y entendemos que en la medida de los costos e
importancia de los bienes a adquirir, así devendrán las aplicaciones y formatos
de exhibición por parte de los oferentes; entendiendo que no se vende igual una
computadora o una retroexcavadora para una empresa, que la contratación de un
servicio de limpieza por parte del gobierno; pues en el primero el responsable
de los recursos materiales compararía marcas y cotizaciones y a su vez
convocaría a una licitación a través de su consejo directivo para realizar la
compra ideal; esta, enmarcada bajo las mejores condiciones en calidad,
resolución, precio y garantía.
Por el lado gubernamental las contrataciones y servicios tendrán que girarse a través de su comité de adquisiciones en base a la convocatoria de una licitación pública que reúna sobre estándares estrictos de calidad bajo concurso, satisfacción en los lineamientos mínimos de exigencia que marca la ley (de adquisiciones) a su constitución legal, infraestructura, capacidad técnica y cumplimiento de sus obligaciones fiscales
Por el lado gubernamental las contrataciones y servicios tendrán que girarse a través de su comité de adquisiciones en base a la convocatoria de una licitación pública que reúna sobre estándares estrictos de calidad bajo concurso, satisfacción en los lineamientos mínimos de exigencia que marca la ley (de adquisiciones) a su constitución legal, infraestructura, capacidad técnica y cumplimiento de sus obligaciones fiscales
Cuando
una compra se sobreviene necesaria, es necesario comparar precios de acuerdo al
canal formal que rija esos procesos, es decir; si existen varios proveedores,
se elije al que mejor se ajuste a las necesidades de la empresa, las cuales se
engloban en sus condiciones de venta.
Aquí
podemos apreciar la relación estrecha que mantiene el concepto de mercado desde
el punto de vista económico-mercantil, ya que los agentes que intervienen en el
nacimiento de cada giro incluye ambos factores; por un lado el sentido
monetario que le da valor a un producto en el mercado y por el otro el sentido
técnico, que provee un valor agregado a la oferta a través de su estudio y
segmentación.
Ambos
conceptos se complementan y se conjugan en la aplicación directa del proceso
que los incluye, pues al hablar de mercados como entidades o vehículos de
trasmisión comercial, evidentemente tenemos que considerar el aspecto económico
para entender la lógica de su proceso mercadológico.
Si
un producto nace con características propias y definidas para un sector
específico decimos que está orientado o segmentado a un público especial desde
su raíz de aparición (como los artefactos ortopédicos); pero si una marca
introduce un producto que puede evolucionar conforme se posiciona, puede
descubrir beneficios o necesidades en el que lo orillen a relanzarlo desde una
plataforma segmentada (tal es el caso de los lácteos y las bebidas carbonatadas
que posteriormente sacan sus versiones, light, extra light, etc.).
Lo mismo
ocurriría en un entorno educativo donde la pretensión principal es vender el
modelo escolar y de él se desprende una infinidad de circunstancias que pueden
permear y acelerar la preferencia de los clientes potenciales como lo sería la vivienda, alimentación, compra de de artículos escolares,
uniformes, etc.; pues en base a la cobertura y segmentación de esas necesidades
incluidas en el objetivo inicial que es el estudio (y que siempre marcan la pauta
por encontrarse centralizadas o monopolizadas), se podría generar mayor crédito
en la población y evolucionar a otro nivel de oferta.
Sobre
qué problemas surgen al momento de segmentar, creo que todos sin excepción nos
enfrentamos al manejo de los criterios para aplicar este proceso; si bien las
condiciones son específicas para cada giro mercantil, también se exceptúan
casos en los que la decisión no solo recae en una persona o análisis de
resultados, sino que se ajustan o complementan parámetros extras y fuera de un
contexto habitual para alcanzar sus metas.
Para
determinar esta condición subjetiva, se recurre a la ubicación del producto
dentro del rango que le corresponda (demográfico o conductual) y de esta forma
las características y necesidades del demandante serán los datos que precisen
su categoría.
Dentro
de la mercadotecnia como herramienta de uso para el hombre en constante
evolución, no todo está dicho ni escrito; la misma relación humana y el avance
de la tecnología y la proliferación de nuevos tipos de lenguaje hacen de esta
materia una fascinación permanente.
Por
Gerardo Morales
PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS SON ORIGINALES DE
CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
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