jueves, 19 de abril de 2012

Las fuentes y su norma: DI NO AL PLAGIO




BUSCANDO Y CITANDO

La decisión de reflejar a través de la escritura, los conocimientos que se puedan llegar a considerar propios, alcanza mayor congruencia cuando esta reflexión un tanto arrogante se convierte en una herramienta de apoyo a quien la llega a ocupar en un momento dado.
Indudablemente que a raíz de la trasmisión de datos a una población de menor rango intelectual, quienes desestiman la intención sana de compartir una perspectiva determinada; buscan desacreditar, o la visión del autor o la legalidad de la propiedad intelectual.
Ante este escenario de especulación (sobre todo porque debo precisar sobre la autenticidad de mis textos), que basado en el contenido de las normas APA, que rigen el manejo de información ajena con fines de extra-difusión, no he transgredido un solo señalamiento; he mencionado las fuentes cuando han sido ocupadas, he marcado dentro de los contenidos los titulares relevantes que pueden ser reclamados como derecho de autor por su uso especifico; he otorgado el crédito correspondiente sobre textos completos ajenos cuando estos han aparecido y he definido las compilaciones como tal, sin sesgos ni expropiaciones intelectuales.
Otro de los factores que determinan el crédito de una aportación intelectual con sus respectivas citas bibliográficas es la poca confianza que pueden generar ciertos portales de búsqueda por internet;  pues al ser esta herramienta la principal y a veces el único medio para acceder a información específica, quienes la usan para ese fin (muchas veces estudiantes de educación media-básica), eligen el sitio que mayor facilidad les representa en cuanto a dos características básicas en su búsqueda escolar; uno, fácil comprensión y manejo de la información; y dos, popularidad del buscador en su población de contacto inmediato.
Para desarrollar este ejercicio de comparación entre estas dos características dividí las fuentes sujetándolas a sus contenidos acreditados; para el análisis de lo cualitativo busque una fuente que concentrara una perspectiva general de la característica (Monografías y Buenas tareas .com) y al final la compare con la sentencia de un autor confiable (al azar escogí a Philippe Kottler), en el caso de la primer parte de mi ejemplo  (que comprende el análisis de tres fuentes) no encontré mayor diferencia entre uno y otro concepto. Para el análisis  de lo cuantitativo requerí la posición ideológica formal de tres autores acreditados; el resultado fue el mismo, los conceptos solo varían en el estilo pues el fondo es básicamente el mismo.
En el caso de las fuentes “Monografías y Buenas tareas.com”  me permití utilizarlas como ejemplo en esta comparación, por el entorno virtual, accesible y generalizado que representan para la comunidad estudiantil menos experimentada en tópicos de investigación (aunque suene aventurado, eran realmente necesarias para la recreación de mi aportación), sus contenidos pueden ser como la comunidad investigadora formal dice, variables; susceptibles o faltos de crédito, pero nunca dejaran de ser fuentes o recursos y como tal están sujetos a nuestro juicio y criterio; por otro lado siendo las 2 fuentes de los 6 criterios establecidos en este análisis, las que mejor describen el criterio buscado en cuanto a los otro cuatro, pues queda claro que son los extractos de las obras acreditadas, las que proveen al alumno mejor y oportunamente.
Es menester comentarles que en la mayoría de la información que he ocupado al recrear una nota siempre esta de manifiesto mi estilo, adaptación y criterio personales (jamás he cortado y pegado nada de lo aquí presentado), por lo tanto a la hora de establecer en cuanto a las aportaciones si una u otra son mejores en determinado aspecto, he vigilado sus concordancias, definido sus condiciones  y analizado mis textos finales.
Debo finalizar esta sana precisión sosteniendo que el uso de fuentes tanto formales como informales, son necesarias e importantes cada una en su nivel de competencia y aplicación; supongo irresponsable que el criterio de quienes califican el uso de cualquiera de ellas, sea el que decida el nivel crédito de cualquier trabajo.
En base a esto considero que ambos tipos de fuente se complementan y constituyen una base solida para la investigación; ahora solo quedan en mi mente estas preguntas: ¿Porque en ocasiones se observa negativamente el trabajo independiente de un investigador? ¿Será el celo profesional quien empuja a los demás a desestimar una sana intención, o la apatía de iniciar por si mismos un esquema que los haga más auténticos?... el tiempo y los buscadores a texto completo nos darán la razón algún día.


Por
Gerardo Morales

PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS SON ORIGINALES DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
                                       A EXCEPCION DE LOS TITULARES EN NEGRITA O CURSIVA


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