NIÑOS DEL DÍA
Esperar hasta este momento del día para redactar mi acostumbrado articulo diario por este espacio, no es casualidad ni representa nada que no sea el factor real de aplicación como buen padre, en este preciso día.
¿Cuál es el enfoque de mi planteamiento?, pues precisamente aclarar que el hecho de no estar presente en este medio virtual dentro del horario que regularmente ocupo para abordarlos; fue que en este día pretendí estar con mis niños el mayor tiempo posible, logrando mi objetivo hasta este momento y dejándolos agotados por tanta actividad juntos; algo así como “misión cumplida”.
Escoger entre los 365 días del calendario para festejar o simplemente reconocer el papel que juegan los niños en nuestras vidas, parece difícil; pues en un esquema de responsabilidad paternal, los niños; nuestros niños, lo son todo; no se concibe un momento de nuestra existencia sin ellos.
A lo largo de la historia, la niñez ha sido considerada un baluarte divino que atesora todos los principios que rodean la inocencia y sus vertientes; la legitimidad, autenticidad y consanguineidad de nuestros pequeños (y los ajenos), concentran en sí mismos, esa aura de beneficencia y bienestar que espera todo ser humano responsable y en sus cabales; ¿Porqué digo esto?, pues simplemente porque en el ir y venir de la sociedad regularmente se aplican valores desvirtuados o acomodados en beneficio de quien mejor le convenga a un núcleo determinado.
Escribir sobre los niños en su día sin tener que precisar de un enfoque especifico, exhibe las condiciones que como padre “amoroso regular” tiendo a presentar; es muy fácil que al escribir sobre la niñez en general, me pierda entre las virtudes y defectos de mis hijos, por lo que sin ningún afán de ser pretencioso ni desleal con mis propios niños, desglosaré algunos puntos regulares y atípicos de la niñez mexicana.
Como bien sabemos, nuestra idiosincrasia (la de las zonas urbanizadas) nos obliga a ser cuidadosos y sobre protectores con nuestros pequeños; el actual régimen de violencia que asola a la nación, predispone el ánimo de cualquier padre y en ese tenor aplica su dosis cultural de protección.
A excepción de la zonas rurales, donde la media indica que las familias tienen un promedio de 5 a 7 hijos, y en base a eso se entiende la desproporción de cuidados y atención hacia sus menores; la mayor parte del estado de Chiapas se caracteriza por la entrañabilidad que se percibe en los núcleos familiares en comparación con otros estados; en los cuales el IDH arroja cifras mayores sobre inestabilidad familiar sobre infantes menores de 12 años, es decir, destierro de sus hogares bajo condiciones de trabajo, enfermedad, abuso o en el más radical de los casos mortandad.
Bajo esta premisa estrictamente familiar, se entiende porque el estado presenta uno de los más altos índices de insuficiencia escolar y por ende académica; en los últimos resultados del ENCRAVE del 2011, se vislumbra un panorama desalentador, en cuanto al nivel de educación que ostenta la entidad.
La niñez mexicana, específicamente en esta región chiapaneca del país, exhibe una debacle intelectual, causada por la apatía que presentan los líderes sociales que representan a cada comunidad de nuestra selva; aunque hemos visto que el indigenismo no es factor de rezago intelectual, ni de insuficiencia mental (porque se han documentado casos de éxito al interior de comunidades de esa extracción), siempre (o casi siempre) se refleja una incidencia de los programas de gobierno y su cobertura, lo que pretexta dicho rezago, jamás de acepta una culpabilidad en torno al liderazgo y su costumbrismo que los aplica.
Si un chico de alguna comunidad, percibe al amparo de sus tutores, que una actitud, valor o creencia son correctos; así los desarrollará y permeará en la sociedad que acuda; los resultados económicos, físicos y hasta intelectuales serán condicionados por la población que los dirija desde su temprana edad.
Por lo tanto, es claro y necesario apuntar que la incidencia de los mayores en un población desgastada y con sumas carencias hacia su población más joven; define el rumbo que estos tendrán en la competencia de un mundo que inevitablemente ya esta globalizado.
Los niños de la Selva chiapaneca, han aprendido desde pequeños a ganarse el sustento, han desarrollado una responsabilidad que los hace merecedores del orgullo nacional; puesto que a pesar de ser objeto de estudios científicos y pretexto de ONG´s irresponsables que los hacen aparecer como víctimas de abuso ante una sociedad que está acostumbrada al escarnio y descalificación; siguen demostrando su gran carácter, digno de la verdadera y ya desaparecida raza maya.
Como es relativo apuntar con precisión cuál es el carácter idóneo de una mujer chiapaneca promedio, me permito, pedirle a la madre de mis hijos verter su opinión sobre la niñez sin reparar en su tendencia a exacerbar el potencial de sus pequeños (como apunté en un principio que sería mi caso).
Así que de manera directa, intima y sin censura de ningún tipo, le pedí a mi esposa que redactara algunas líneas sobre lo que representan sus hijos, sin reparar en el día que hoy significa para ellos; desde una óptica personal y tomando en cuenta que ella es de esta zona, la criaron en esta zona y ha estado rodeada por gente de estas latitudes toda su vida; lo cual a todas luces reflejaría el mejor argumento sobre esta cuestión.
Con esta reflexión puedo determinar con más facilidad el grado de compromiso, entrega o satisfacción que puede llegar a sentir una mujer evolucionada de esta región en comparación con lo que dicen las encuestas oficiales, y que reprueban el sentir maternal de nuestras mujeres promedio.
“Amor; dime ¿Que significan para ti, nuestros hijos; desde una perspectiva de desarrollo, compromiso y logro personal?”
“El Nacimiento de mis hijos fué una experiencia única; a pesar de no haber sido de forma natural el haber experimentado todo el procedimiento de preparación hasta llegar a la operación, sentir de momento que estas en un espacio solitario, frío y escuchar voces desconocidas es algo temeroso, pero de repente todo esto se convierte en LAS PALABRAS MAS HERMOSAS QUE EXISTEN EN EL UNIVERSO!!! al escuchar, ver y sentir por primera vez al ser que se formo por 9 meses dentro de ti y decir mi bebe, mi bebe que hermoso!!! Sentir y decir estas palabras es lo máximo. Después de que tu bebe empieza su crecimiento al llegar a la etapa de sus primeros pasos o palabras también son experiencias únicas por cada hijo(a) que uno tenga."
"Ahora aunque tienen diferentes edades cada uno me llena de felicidad al ir conociendo y viviendo su formación tanto física como moral, el de 5 años es una personita muy inteligente, travieso, con muchas ganas de aprender y a punto de comenzar a conocer otro ambiente, el de 2 años también travieso, inteligente y con su mundo de descubrimiento, los amo. Ambos son amorosos que mucho he aprendido de ellos y seguiré aprendiendo mucho más para poder estar siempre que me necesiten para seguir experimentando muchas vivencias mas juntos, son lo mejor de mi vida cada uno representa un valor incomparable difícil de cambiar, toda mujer que ha vivido y sentido con amor el llegar a ser madre compartirá conmigo que ser madre y mama es lo más extraordinario de este mundo.”
Definitivamente, la percepción que me deja esta aseveración no tiene reemplazo, escuchar de viva voz de mi esposa en pleno día del niño, de mis niños, la definición de su maternidad, me deja un gran sabor de boca; un émulo para seguir adelante en este compromiso de vida que es ser padre
Le doy gracias a la vida por darme la oportunidad de recrear una paternidad responsable, al amor por dejarme ser su cómplice en la aplicación a mis niños como padre y a mi mujer por darme la gran satisfacción de serlo.
Felicito a todos los padres aunque este no sea precisamente su día, pues el hecho de serlo RESPONSABLEMENTE los convierte en festejados, por ser una una herramienta de este mundo para hacerlo mejor a traves de la educación a sus hijos, nuestros niños del día.
Por
Gerardo Morales
PROPIEDAD INTELECTUAL: TODOS LOS TEXTOS SON ORIGINALES DE CARLOS GERARDO MORALES OLIVERA
A EXCEPCIÓN DE LOS TEXTOS EN NEGRITA O CURSIVA